En estos momentos de confusión, donde la información se vuelve desinformación,
donde lo que ahora vale mañana ya es historia, donde se nos imponen medidas a adoptar en nuestro día a día, no conviene tomar decisiones de manera inmediata. Resulta fundamental dar un paso atrás, reflexionar y luego actuar.
Nos enfrentamos a un enemigo invisible, con fuerte impacto tanto en lo social como en lo económico y con un coste imposible de calcular. El conocimiento y las herramientas de las que disponemos en la actualidad deben ser nuestro mejor aliado para combatir el COVID-19, pero hay un sinfín de soluciones, técnicas y materiales, con sus ventajas e inconvenientes, difíciles de conocer y analizar.
Por esto la figura de un facilitador que nos guie, ayudándonos y aconsejándonos desde una postura de transparencia total, es la mejor elección para decidir qué tenemos que hacer para adaptar nuestra organización a las nuevas circunstancias con el fin de reanudar la actividad, cumpliendo los requerimientos y recomendaciones que se están implantando. Y este servicio lo ofrecemos desde Acerta. Ante la actual pregunta de qué tengo que hacer en mi negocio para adaptarlo a lo que se me exige, es necesario tener cautela y analizar cada caso.
Principalmente, porque unos casos son diferentes a otros; por ejemplo, no existen dos hoteles iguales como tampoco existen dos edificios de oficinas idénticos. Al margen de que, por supuesto, la arquitectura condiciona, hay que analizar las instalaciones, principalmente las de climatización y ventilación, con el fin de ver qué soluciones se pueden adaptar mejor en cada caso. Por ejemplo, los inmuebles que dispongan de equipos de tratamiento de aire, UTA, en los que se pueda acoplar de forma sencilla una sección de filtración por fotocatálisis, tienen una mejor respuesta ante el COVID-19 que los edificios de oficinas donde no se dispone de tal unidad de tratamiento
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