¿Alguna vez ha entrado a un lugar y se ha sentido inmediatamente relajado o, por el contrario, ansioso? Acá entra la neuroarquitectura, la cual tiene un impacto directo en el bienestar emocional y cognitivo, además de la estética. Aunque no lo crea, los edificios pueden dialogar con el cerebro. Le damos más detalles a continuación.
¿Qué es la neuroarquitectura?
La neuroarquitectura es una disciplina que estudia cómo los espacios construidos afectan al cerebro y al comportamiento. Combina la arquitectura con las neurociencias para crear entornos que promuevan la salud, el bienestar y la productividad. En pocas palabras, se trata de diseñar espacios que hacen sentir bien a sus usuarios.
Neuroarquitectura en espacios interiores
Su aplicación en espacios interiores es cada vez más común:
- Oficinas: contribuye a crear oficinas más productivas y agradables. Por ejemplo, el uso de luz natural, plantas y colores cálidos reduce el estrés y aumentar la creatividad. Un ejemplo destacado de ello son las oficinas de Google. Sus espacios de trabajo son famosos por su innovación, uso del color y diseño para fomentar la creatividad y la colaboración.
- Hospitales: estos son lugares que se benefician enormemente. Por ejemplo, espacios tranquilos, con vistas a la naturaleza y materiales naturales, ayudan a los pacientes a recuperarse más rápido. Se destaca aquí el Santa Clara Medical Centre Sabrato, en California. Este hospital ha integrado jardines interiores y amplios ventanales para conectar a los pacientes con la naturaleza y reducir el estrés.
- Viviendas: en el hogar, se utiliza para crear ambientes más acogedores y relajantes. La elección de los colores, la disposición del mobiliario y la iluminación influyen en el estado de ánimo y en la calidad del sueño. Por ejemplo las viviendas minimalistas y escandinavas se caracterizan por el uso de materiales naturales, colores claros y espacios despejados. Esto favorece la calma y la concentración.
Neuroarquitectura en espacios exteriores
Cuando se trata de su implementación en espacios exteriores, el diseño urbano y los espacios públicos contribuyen en el bienestar emocional y cognitivo de las personas.
A continuación, le contamos las aplicaciones de la neuroarquitectura en espacios exteriores:
- Parques y plazas: se diseñan para fomentar la actividad física, la interacción social y la relajación. La inclusión de elementos como senderos, áreas de juego y zonas de descanso, promueven un estilo de vida saludable. Un ejemplo es The High Line, en Nueva York. Este parque elevado construido sobre una antigua vía férrea demuestra cómo se puede transformar un espacio industrial en un oasis urbano.
- Calles y avenidas: el diseño de las calles hace parte de la percepción de seguridad y en la velocidad del tráfico. Las calles estrechas y con árboles crean un ambiente más acogedor y seguro. La Habana Vieja es un tesoro arquitectónico con un entramado urbano de calles estrechas y empedradas que logran este efecto.
- Fachadas de edificios: son diseñadas para integrarse con el entorno natural. Crean, así, un sentido armónico de lugar. Los muros verdes y las fachadas ventiladas mejoran, en algunos casos, la calidad del aire y reducen el consumo de energía. El Bosco Verticale, en Milán, es un ejemplo emblemático. Este es un edificio atractivo que además mejora la calidad del aire y el bienestar de sus habitantes.
¿Qué tener en cuenta al diseñar un espacio con neuroarquitectura?
Al desarrollar un proyecto, es importante considerar varios factores. Por ejemplo:
- La luz natural: la luz solar es esencial para el bienestar físico y mental. El diseño de espacios exteriores debe considerar la orientación del sol para maximizar la exposición a la luz natural y crear sombras agradables.
- Los colores: tienen un gran impacto en las emociones. Deben ser elegidos cuidadosamente para crear la atmósfera deseada.
- Los materiales: los materiales naturales como la madera y la piedra crean ambientes más cálidos y acogedores.
- El sonido: el ruido en ocasiones es muy estresante. Es importante controlar el nivel de ruido y elegir materiales acústicos adecuados.
- La temperatura: esta debe ser confortable para promover la relajación y la concentración.
- Vegetación: los árboles, las plantas y los jardines urbanos no solo embellecen las ciudades. También reducen el estrés, mejoran la calidad del aire y proporcionan sombra. Arquitectos como Frank Lloyd Wright, pioneros de la arquitectura orgánica, ya intuían la importancia de diseñar espacios que fluyeran con el entorno y respondieran a las necesidades humanas.
Una oportunidad única de innovar
La neuroarquitectura es el puente que conecta la arquitectura con el alma humana. Al diseñar espacios que resuenan con el cerebro, se crean entornos que inspiran, sanan y hacen sentir vitalidad. ¿Está listo para construir con Acerta un mundo más hermoso y humano?
Bibliografía
- Moreras, N. (2024, 21 de octubre). Neuroarquitectura y bienestar: Descubre el poder de los aromas para crear espacios saludables. HOLA.
- Pardo, S. (2023, 25 de noviembre). Neuroarquitectura: cómo el diseño de nuestra casa activa las hormonas de la felicidad. Infobae.