La industria de la construcción ha evolucionado de forma notable a lo largo de los siglos. Sin embargo, ¿sabía que los sistemas constructivos tradicionales siguen siendo fundamentales en muchos proyectos? Estos sistemas, que han resistido la prueba del tiempo, se basan en métodos y materiales que han demostrado ser efectivos y duraderos.
Entre los más comunes se encuentran el sistema de albañilería, el de hormigón armado y el de estructuras de madera. En Acerta le explicamos más sobre su funcionamiento.
Métodos y materiales de los sistemas constructivos tradicionales
Entre los principales sistemas tradicionales, se destacan los siguientes:
- Albañilería: se basa en el uso de ladrillos o bloques de cemento o piedra unidos mediante mortero. Es uno de los métodos más antiguos en albañilería y aún prevalece debido a su durabilidad y resistencia.
- Hormigón armado: combina la resistencia a la compresión del hormigón con la resistencia a la tracción del acero. Se utiliza ampliamente en estructuras modernas por su capacidad de soportar grandes cargas.
- Estructuras de madera: son menos comunes en áreas urbanas, pero populares en zonas rurales y en construcciones residenciales. A fin de cuentas, la madera es un material sostenible y ofrece buenas propiedades térmicas.
- Construcción en adobe o tapial: utilizados tradicionalmente en regiones con climas cálidos y secos, estos métodos emplean tierra compactada y barro. Así, ofrecen una buena inercia térmica y sostenibilidad.
Como se puede observar, cada uno de los métodos maneja materiales diferentes que se adaptan a distintos tipos de construcciones.
Selección de los sistemas constructivos adecuados
Elegir el mejor sistema depende de varios factores relacionados con el diseño estructural del proyecto, las condiciones climáticas y geográficas, y las necesidades específicas del cliente. En este sentido, hay que considerar lo siguiente con respecto a los sistemas constructivos:
- Tipo de proyecto: la naturaleza del proyecto (residencial, comercial, industrial) influye significativamente en la elección del sistema constructivo. Por ejemplo, las construcciones industriales suelen requerir estructuras de hormigón armado por su capacidad de soportar grandes cargas.
- Condiciones climáticas y del terreno: en zonas sísmicas, los sistemas de construcción con mejor comportamiento ante terremotos, como el hormigón armado, son preferibles. En áreas con climas extremos, la elección de materiales y sistemas con buen aislamiento térmico es crucial.
- Disponibilidad de materiales: la accesibilidad y el costo de los materiales también juegan un papel importante. En zonas rurales, la madera puede ser más accesible y económica que el hormigón.
- Sostenibilidad y eficiencia energética: la creciente conciencia ambiental ha llevado a un mayor uso de materiales sostenibles y sistemasque favorecen la eficiencia energética.
Criterios generales para la selección
Al momento de escoger los sistemas constructivos también es fundamental tener presentes los siguientes criterios:
- Durabilidad: hay que evaluar la longevidad del sistema y los materiales.
- Resistencia estructural: es crucial garantizar que el sistema elegido soporte las cargas previstas.
- Costo: se debe considerar tanto el costo inicial como el de mantenimiento.
- Sostenibilidad: es importante optar por materiales y métodos que reduzcan el impacto ambiental.
- Compatibilidad con el diseño arquitectónico: hay que asegurar que el sistema constructivo se alinee con el diseño estructural y estético del proyecto.
Normativas vigentes y estándares de seguridad
La industria de la construcción se rige por diversas normativas y estándares que garantizan la seguridad y calidad de las obras. Estas regulaciones varían según la región. Por lo habitual, incluyen directrices sobre el diseño estructural, la prevención de riesgos laborales y la protección contra incendios.
Diseño estructural
Las normas de diseño estructural aseguran que las edificaciones puedan resistir las cargas y fuerzas a las que estarán sometidas, incluyendo vientos, sismos y peso propio. Algunas de las normativas más reconocidas para los sistemas constructivos incluyen:
- Normas internacionales: entre ellas, están las del International Building Code (IBC) y las del American Concrete Institute (ACI).
- Normas nacionales: varían según el país. En México rigen las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) y el Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal (RCDF).
Sistemas constructivos y prevención de riesgos laborales
La seguridad de los trabajadores es primordial en cualquier proyecto de construcción. Las regulaciones de prevención de riesgos laborales incluyen:
- Uso de equipos de protección personal (EPP), como cascos, guantes y arneses.
- Programas de capacitación en seguridad para todos los trabajadores.
- Medidas de seguridad en el sitio, como implementación de andamios seguros, barandillas y señalización adecuada.
Protección contra incendios
La protección contra incendios también es crucial para garantizar la seguridad de las edificaciones y sus ocupantes. Las normativas suelen cubrir aspectos como:
- Materiales ignífugos: uso de materiales que no propaguen el fuego.
- Sistemas de detección y extinción: por ejemplo, la instalación de alarmas, rociadores y extintores.
- Vías de evacuación: diseño de salidas de emergencia y rutas de evacuación adecuadas.
En síntesis, los sistemas constructivos tradicionales, con sus métodos y materiales probados, siguen siendo una opción viable y confiable en la industria de la construcción. Si desea implementarlos, recuerde que la selección del sistema adecuado requiere una cuidadosa evaluación de las condiciones del proyecto y la adherencia a normativas vigentes.
Referencias bibliográficas
- Gómez, G. (2020, 2 de septiembre). Sistemas constructivos de casas: tipos y características. Homify.
- Lirola, C. (2020, 4 de septiembre). Sistemas constructivos tradicionales frente a modernos. Autopromotores.
- Unidiversidad. (2023, 11 de mayo). Sistemas constructivos modernos: un camino para lograr casas livianas, resistentes y eficientes.
